Ocho Meridianos Maravillosos

y el Sistema de Chakras


La medicina china conoce Ocho Fuentes Profundas de energía en el organismo humano que pueden ser activados y aprovechados mediante puntos específicos y también mediante puntos de unión con los Doce Meridianos de los Organos.

Las Ocho Fuentes Profundas también se denominan los Ocho Vasos Grandes de Energía o Meridianos Extraordinarios. Estos Ocho Meridianos Extraordinarios se comportan respecto a los Doce meridianos de los Organos como padres hacia sus hijos: Los Ocho Meridianos Extraordinarios almacenan el Yin y el Yang y lo distribuyen según la necesidad de los Doce Meridianos de los Organos. Por eso la cantidad de energía guardada en los Meridianos Extraordinarios es la base del bienestar y de la curación.

El enfoque temático del seminario es la estimulación y armonización de los Ocho Meridianos Extraordinarios mediante presión suave en los puntos claves y en los de conexión. A pesar de que se pueden lograr cambios profundos de nuestros patrones de energía y hábitos de percepción, el procedimiento para hacerlo es simple y no se piden conocimientos previos para este seminario. Mediante la aplicación de esta técnica en nosotros y los demás podemos esperar sentirnos más vivos y emprendedores, por un lado; por el otro, más armónicos y centrados como a lo mejor no lo hemos sentido hace mucho tiempo. La sensibilidad en general, tanto como las capacidades de vista, auditivas, olfato y de degustación aumentan claramente. En este curso se fomenta un estado meditativo del ser, en el cual se viven sentimientos y percepciones de pureza, claridad e intensidad, que puede ser que ya se los consideraba perdidos.

Este seminario está relacionado con el "El Tao de la Curación - los Doce Meridianos de los Organos ". Ambas metodologías del masaje de los meridianos y el equilibrio de energía se complementan, aunque también se pueden aplicar separadamente.

Literatura recomendada para prepararse mejor: El Tao de la Curación y ACHT WUNDERMERIDIANE, Vienna 2006, ambos escritos por Achim Eckert.